Segunda parte de la entrevista con \"El Mago\" a su paso por el Sport.

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El Sport como referente. Que lo diga Guillermo Coria no es poca cosa…
Seguro, es un club muy importante. Mirá, por ejemplo, en los últimos años tenés a Facundo Arguello, a Pedrito Cachín, ahora a Bruno Caula. Es mucho, por ahí no se si ustedes se dan cuenta. Incluso en ciudades mucho más grandes como Rosario o Córdoba a veces no se da. Hay que valorar el club y a los jugadores que tuvieron, que tienen y que tendrán.

Durante la clínica trataron el tema de la presión ¿Cuál es el mensaje sobre este tópico para los chicos?
Que no hay que bajar los brazos en las derrotas, acostumbrarse a que en el tenis se pierde muchas veces. Hay que prepararse para estar más fuerte que nunca en esos momentos, superarse día a día en cada entrenamiento, hacer las cosas bien, respetar al entrenador.

¿Y para los padres?
Que entiendan cuál es su función, de qué lado tienen que apoyar a los hijos, para que los pibes cada vez que vayan a jugar un torneo lo hagan sin presiones, que se diviertan.

¿Te cambió mucho la cabeza desde que abandonaste el circuito?
Si, el hecho también de que uno va cumpliendo años y va madurando ayuda. Te agarras la cabeza viendo las actitudes que tenías, y con la experiencia no lo volves a hacer. Las cosas que uno hizo mal en ese sentido, hay que mostrarselas a los chicos para que no cometan los mismos errores.

Respecto a eso se te escuchó hablar en otras oportunidades: el de darle importancia a otras cosas más allá de lo que pasa en la cancha.
Me paso con el accidente de mi hijo. Tuve que vivir una situación límite para valorar muchas cosas simples que por ahí uno en el trajín de la profesión no las disfruta. No hacerse mala sangre por tonterías. Perder un partido, o una final de un torneo importante, pasa. Es simplemente un deporte. Son cosas que te ayudan a apreciar otros aspectos de la vida, los importantes.

¿Y qué es lo más importante para vos Guillermo?
La familia, la salud. Cuando tenes un hijo te cambia la vida. Por eso insisto en el mensaje que les damos a los padres. Cuando sos padre tenes que tener mucho cuidado en las cosas que haces, como te manejas, como tratas a tu hijo y que mensaje le das. Por caso, estar peleados un domingo por un partido ¿De que vale? Salir de la cancha en un torneo, y yendo a tu casa enojado, porque no se hicieron las cosas bien. Y que el domingo estén peleados por un partido de tenis. No se explica. El tema de las críticas constructivas es tarea del entrenador. Saber si se porta mal, si no tiene actitud. Salvo Federer, Djokovic y Nadal, todos los demás perdemos todo el tiempo, sepanlo.

¿Qué cosas extrañas del circuito y que cosas no?
Lo que se extraña es muy poco. Yo extraño cuando veo instancias decisivas de los torneos grandes, los partidos de Copa Davis, cuando escuchas el himno… pero después no se extraña mucho, porque uno es feliz estando acá, con la familia y los amigos, disfrutando del tenis desde otro lado. No se pude vivir del recuerdo y el pasado, ya está, toca caminar hacia adelante, y vivir lo que uno está haciendo. Yo soy una persona que cuando encaro algo es porque me hace feliz y lo disfruto. Cuando ya no lo disfruto más, doy un paso al costado.

¿Fuera de la cancha, disfrutabas el estilo de vida de un jugador estrella de la ATP?¿Cómo es el ambiente en la elite del tenis?
A veces la gente cree que hay mala onda entre los jugadores, pero en realidad es todo lo contrario. Vos vas a un torneo de Grand Slam y estas en el vestuario o en la sala de jugadores, están todos los mejores mezclados con los que recién empiezan, charlando, viendo los partidos, hay muy buen ambiente. Compartís un montón de tiempo con ellos. Federer, por ejemplo, quien quizás haya sido el mejor de la historia, es el tipo más sencillo y humilde que hay. La mayoría son muy amables y simples. Son muy pocas los que se la tiran de estrellas.

Bueno, sin ánimos de sonar obsecuentes, vale decir que hemos encontrado la misma sencillez en vos.
Es que somos del interior. Yo nunca lo perdí: volver a mi pueblo, mis amigos siguen siendo los de siempre, los que jugaban conmigo al tenis, al fútbol, los del colegio. Yo cada vez que volvía de Europa los veía. Salíamos, íbamos a comer. Hasta el día de hoy nos seguimos juntando. Para mí, mantener esos valores es fundamental.

¿Cómo te ves de acá a 10 años?
Ojala que sin muchas canas (risas). Estando en esto, transmitiendo toda la experiencia que uno tiene, viendo a estos chicos aprender y crecer. Y comunicando lo del sacrificio, lo del respeto. Si no llegan, no importa, lo fundamental es hacer el esfuerzo y dejarlo todo.