| Anuario Sport 2016 (Enero y Febrero) Primera parte del Anuario 2016 del Sport.  Bruno, de gira por Sudamérica
El despertar del 2016 fue de éxito para Bruno Caula, tenista que defiende los colores del Sport en diversas canchas del país y del mundo.
Jugando sus últimos partidos en categoría Sub 16, “Brunito” participó con muy buenos resultados de la Gira COSAT, que lo llevo a jugar en Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Paraguay, Venezuela y en la misma Córdoba Capital. Entre otros logros, el villamariense consiguió el título de singles en Valencia (Venezuela), y el de dobles en Guayaquil (Ecuador), Cochabamba (Bolivia) y Asunción (Paraguay).
El tenis calentó motores
Tras el breve parate que supuso enero, la competencia tenística versión 2016 del Sport arrancó calentando motores en febrero, de la mano de tres atractivos torneos disputados en las canchas del club: El Masculino de Primera Categoría, el 1° Torneo de Dobles del año, y un Torneo Nacional Grado 2 Sub 12.
Este último reunió a más de 50 niños de alto nivel de juego de todo el país, mientras que el Masculino de Primera Categoría convocó a los mejores tenistas de Córdoba y de Santa Fe, repartiendo $20.000 en premios. En el Dobles, en tanto, dijeron presente más de 40 parejas de damas y caballeros de toda la región.
Aguas abiertas
Durante los primeros meses del año, nadadores del Sport tuvieron una destacada actuación en dos competencias de renombre: el Cruce a Nado del Lago de Villa Rumipal y la 1° Fecha del Campeonato Interprovincial de Aguas Abiertas 2016 (también disputada en Villa Rumipal y organizada por la Federación Cordobesa de Natación).
El primero contó con la participación de más de 1.100 nadadores de ambos sexos y de todas las categorías, venidos de diversos puntos del país. De ambos certámenes formaron parte 20 representantes de la institución, a cargo del profesor Fabricio Falistoco.
Marta Minujín en Ojotas
Uno de los acontecimientos más celebrados durante enero fue el Proyecto “Marta Minujín en Ojotas”. Un encuentro inédito a nivel local, que sirvió para introducir a los niños de la Escuela de Verano en el fascinante mundo del arte, a través de las obras de una de sus exponentes más célebres: la mundialmente aclamada Marta Minujín.
En concreto, los infantes produjeron sus propias obras inspirados por el prisma vanguardista y revolucionario de la artista plástica porteña, en un taller llamado a “romper estructuras de tamaño, forma, espacio y tiempo”.
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